sábado, 14 de octubre de 2017

Reciclaje de envases en España: Un modelo hecho a medida de las envasadoras para el que existen alternativas

En 2016 los españoles reciclamos el 76% de los envases destinados al contenedor amarillo (envases plásticos, briks y latas) y al azul (papel y cartón). Así concluye el último informe anual de Ecoembes –la gestora estatal encargada del reciclaje de envases domiciliarios- que destaca el aumento en un 4% de la tasa de reciclaje respecto al año anterior, superando los valores mínimos que fija la Unión Europea. Un gran número de colectivos cuestionan estas cifras y la eficiencia del modelo de recogida selectiva de residuos.
Ecoembes no es el único organismo que cuantifica el reciclaje en España. La Comisión Europea, en su última publicación señala que solo reciclamos el 31% de nuestra basura en 2014, quedando por debajo de la media de la UE, del 44%. Para ese mismo año,  la tasa de reciclaje de envases domiciliarios difundida por la gestora estatal era del 73,6%. Otro informe de la Comunidad de Madrid revela que en la capital española se reciclaron el 43% de los envases domiciliarios en 2014, una cantidad muy alejada de la media nacional.
La disparidad de cifras no ayuda a esclarecer cual es la verdadera tasa de reciclaje de envases en España. En principio nos deberíamos fiar de la que proporciona Ecoembes, al ser la única organización responsable de su gestión.
Pero antes de poner la mano en el fuego por la entidad conviene preguntarse, ¿quién es Ecoembes?

Ecoembes

Ecoembes es una organización con  más de 12.200 compañías adheridas a su Sistema Integrado de Gestión de Residuos (SIG) y está compuesta por 57 empresas. Pese a ser una entidad sin ánimo de lucro, la mayoría de sus accionistas son empresas privadas, entre las que figuran: Danone, Bimbo, Colgate, Nestle, Mercadona, Carrefour, El Corte Inglés, Dia y otras multinacionales. El 60% son envasadoras, el otro 20%  comerciales y distribuidoras, y el restante 20% empresas de materias primas de los envases.
La gestora estatal recauda la aportación económica de cada envasador para tratar los residuos domiciliarios que generan de acuerdo con la Ley 11/97 de Envases y Residuos de Envases. Los envases que tramita tienen impreso el característico símbolo del punto verde que garantiza su transformación en las plantas de reciclaje.
Una de las voces más críticas con Ecoembes es la de plataforma Retorna –una iniciativa integrada por la industria del reciclado, ONGs ambientales, sindicatos y asociaciones de consumidores- que denuncia la ineficacia y falta de transparencia del modelo de recogida de residuos vigente. Aseguran que está hecho por y para las empresas envasadoras, siendo los mayores perjudicados el medioambiente y la ciudadanía.
“Ecoembes busca un modelo que sea difícilmente auditable y que gestione un porcentaje reducido de envases al menor coste posible”, explica Víctor Mitjans, director de estudios de Retorna. Los envasadores idean estrategias para no pagar el punto verde y  ponen en el mercado envases que no han sido declarados pero que sí que son reciclados, ahorrándose dinero e inflando las cifras de reciclaje, afirman desde la iniciativa.
En definitiva es un sistema de reciclaje creado, gestionado y auditado por las propias envasadoras y empresas comerciales, en el que no existe supervisión de la Administración Pública
El control de los datos relativos al punto verde está en manos de los mismos que tendrían que pagar por su utilización. Es por ello que muchas organizaciones abogan por un modelo de reciclaje más transparente y eficaz que no esté sometido a posibles intereses empresariales.

SDDR. Una opción para el reciclaje de latas y botellas

Una de las alternativas al SIG es el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR). Una forma de reciclaje destinada únicamente a los envases de bebidas, en el que todos los agentes implicados (productores, comercios, consumidores, operadoras y Administración Pública) son participes.
Su funcionamiento es sencillo,  se le asocia un valor añadido a cada envase producido,  de tal manera que cada ciudadano que devuelva una botella o lata a cualquier comercio se le reembolsa el sobrecoste. De esta forma se premia a las personas que reciclan, siguiendo el principio de la UE: “quien contamina, paga”. Los comercios y operadoras reciben una bonificación en compensación por sus tareas de recogida, almacenamiento y entrega de envases.
Para Ecoembes el SDDR supone dar un paso atrás, consideran que la sociedad terminará pagando más ya que los productos serán más caros por el sobrecoste del nuevo sistema.  Sostienen que le complicará la vida al ciudadano que deberá habilitar un nuevo espacio en su hogar y  perderá  tiempo de su día a día yendo a depositar los envases. Desde Retorna aseguran que el ciudadano ya está sufriendo las consecuencias del actual modelo de reciclaje que no consigue evitar la contaminación de latas y botellas en su entorno. Los municipios y contribuyentes se ahorraran dinero gracias a la reducción de los costes de recogida y eliminación de la limpieza viaria, vaciado de papeleras y puntos limpios, explican.
Según Ecoembes, el Sistema de Depósito conllevará mayores emisiones de CO2 al ser un modelo paralelo al actual. La recogida en tiendas aumentará el número de vehículos y elevará los niveles de contaminación en las grandes ciudades. En cambio, la plataforma Retorna cree que son complementarios, prueba de ello son las más de 40 regiones en las que conviven ambos. Asimismo señalan que el SDDR evitará producir 320kg de CO2 por cada tonelada de envases desviada de la recogida actual, ya que se compactaran los residuos antes de ser transportados.
El SDDR lleva años aplicándose en países como Noruega, Finlandia, Alemania o Suecia, alcanzando tasas de devolución de botellas y latas de entre el 80% y el 95%
En España, la Comunitat Valenciana tiene previsto implantarlo de cara a 2018, siendo la primera región española en probarlo. Una vez establecido y valorada su eficiencia, veremos si el resto de comunidades también lo incorporan. De momento los  gobiernos de Baleares, Cataluña y Navarra ya  están estudiando la posibilidad de aplicar el Sistema de Deposito  en sus provincias.
Autor: Juan Gayá, Periodista ambiental y científicoBio Eco Actual Julio-Agosto 2017

domingo, 8 de octubre de 2017

La cosmética econatural, según Montse Escutia

La cosmética econatural, según Montse Escutia

Hemos tenido el placer de entrevistar a Montse Escutia, coordinadora de Red Ecoestética, que nos explica qué es la cosmética econatural y cual es la situación actual de este mercado.

Montse Escutia es Ingeniera agrónoma, coordina el departamento técnico y las actividades formativas de la Asociación Vida Sana desde 1996. Autora de numerosos artículos de divulgación sobre la agricultura ecológica y miembro del equipo de redacción de la revista The Ecologist. Coordinadora desde 2011 del proyecto Red Ecoestética.

Instituto ESB.:- ¿Cómo definiría la cosmética econatural?
Montse Escutia: Cosmética natural es aquella con un alto porcentaje de ingredientes naturales. Estamos hablando de más de un 95%. Si además de ser naturales los ingredientes están certificados como ecológicos, entonces hablamos de cosmética ecológica. Pero en una cosmética puede haber un porcentaje variable de ingredientes ecológicos, por eso desde la Red Ecoestética utilizamos el término econatural. Creemos que es el que resume mejor la realidad. Además del origen de los ingredientes también se tienen en cuenta otros aspectos, como el hecho de no incluir ningún ingrediente que sea perjudicial para la salud o el medio ambiente, que el proceso de elaboración utilice procesos físicos o de química verde, no utilizar ingredientes de animales sacrificados para obtenerlos, etc.

IESB:- ¿Qué es la Red Ecoestética, cuáles son sus objetivos y a quién se dirige?
ME:. La Red Ecoestética se creó gracias al programa Empleaverde de la Fundación Biodiversidad. El objetivo es aumentar el conocimiento y el uso de la cosmética econatural entre los profesionales del sector y también los consumidores. En los primeros años se formó a gente para ayudarles a crear o a conseguir empleo en el sector.
Muchos profesionales desconocen los peligros que entraña el uso continuado de la cosmética convencional y los problemas ambientales asociados a su fabricación y utilización. Formarles e informarles ayuda a aumentar sus conocimientos y por tanto favorecer su uso en el ámbito profesional (peluquerías, centros de belleza, centros de terapias, balnearios, wellness, tiendas, etc…)

IESB:- ¿La plataforma opera exclusivamente en España? ¿Tienen prevista una expansión a mercados de habla hispana o relaciones con otras entidades en estas áreas?
ME: Necesitamos centrar nuestros esfuerzos y recursos en el mercado nacional porque todavía queda mucho trabajo por realizar. Desde la Asociación Vida Sana siempre hemos desarrollado nuestra labor aquí. No renunciamos a colaborar ni a ayudar a otras entidades, pero somos grandes defensores de lo local, también en esto. Seguro que en cada país hay entidades que pueden hacer un trabajo similar al nuestro. Evidentemente intercambiar ideas e información ayuda mucho y en eso estamos muy abiertos. Pero de momento nadie nos ha ofrecido ni pedido una colaboración concreta.

IESB:- ¿Cuál ha sido la evolución de la Red Ecoestética desde su inicio? ¿En qué momento se encuentra ahora?
ME: La Red Ecoestética se inició en 2011. Hasta 2015 tuvimos cofinanciación del Fondo Social Europeo para llevar a cabo formación gratuita, tanto presencial como on line. Editamos una guía para los profesionales del sector de la estética y un folleto para los consumidores con el listado de ingredientes a evitar en los cosméticos. También organizamos reuniones con los actores del sector para estudiar y debatir como impulsar la cosmética econatural. Actualmente seguimos con la labor de difusión de los materiales editados, ofrecemos formación on line y a través de nuestra web compartimos mucha información que incluye un listado de empresas que elaboran cosmética econatural, profesionales que ofrecen asesoramiento, laboratorios que fabrican a terceros, etc. Tenemos un Facebook muy activo y seguimos divulgando las bondades de la cosmética econatural a través de los medios de comunicación que nos contactan cuando escriben sobre un tema que cada vez interesa más. También organizamos un showroom de productos de cosmética econatural en cada una de las ediciones de la feria BioCultura.

IESB: – Las grandes empresas empiezan ya a vender productos de cosmética bajo los conceptos “natural” “sin tóxicos” o “sin parabenos”. ¿Cuál cree que puede ser la evolución del mercado en este sentido, con los grandes presupuestos de marketing que tienen para llegar al público final? ¿Considera que el consumidor tiene actualmente información o conocimientos suficientes para poder discernir entre el marketing y la realidad de los ingredientes del producto que compra?
ME: A diferencia de lo que pasa en alimentación, los términos “natural” o “ecológico” no están protegidos en cosmética. La ley sólo prohíbe engañar a los consumidores pero como no está definido oficialmente qué se considera una cosmética natural o qué ecológica, cada empresa puede aplicar sus propios criterios. Una marca puede incluir un 1% de aceite de oliva ecológico y poner en la etiqueta “hidratante de aceite de oliva ecológico” aunque el resto de ingredientes sean pura química. Y no pasa nada. Este es el drama. Por eso es muy importante seguir con la labor de informar al consumidor y apoyar a las certificaciones de cosmética como una garantía y que además evita que el consumidor tenga que ser un experto.

IESB:- Con la información que tiene sobre su campo y especialidad, ¿qué escenario considera probable para aquellas pequeñas marcas de cosmética econatural que están trabajando con honestidad y pasión en sus proyectos? ¿Qué le diría a las muchas personas que en estos momentos se están planteando poner en marcha un nuevo proyecto de cosmética econatural?
ME: Los consumidores cada vez están más concienciados. Y es un tipo de consumidor muy fiel. Si el producto es bueno y el consumidor conoce el proyecto seguramente será un cliente para siempre, que además recomendará sus productos a otras personas. Pero es importante ofrecer buena calidad y poder diferenciar bien tus productos porque en estos últimos años ha habido muchos nuevos proyectos. La situación de crisis ha hecho que muchas personas que elaboraban cosmética como aficionados hayan visto una oportunidad y hayan querido profesionalizarse. El proceso no es fácil ni barato y supone un gran esfuerzo. Así que es importante estudiar muy bien lo que va a representar. La demanda está creciendo pero mi sensación es que la oferta lo hace a un ritmo más rápido y que no todo el mundo va a poder consolidar su proyecto.

IESB:- ¿Cuáles son los retos que tiene que superar la auténtica cosmética econatural?
ME: El más importante sería que hubiese una legislación europea que la regulase. Pero parece un reto muy lejano, ya que la presión de las grandes empresas es muy grande. Se está intentando a través de una ISO pero las propuestas actuales dejan puertas abiertas al uso de ingredientes transgénicos o de animales que se matan para conseguir dichos ingredientes como los tiburones y no regula, por ejemplo, el tipo de conservantes que se pueden utilizar. El resultado es que, en lugar de ayudar al sector y a los consumidores, va a servir para añadir todavía más confusión. Por eso seguirán jugando un papel muy importante las certificaciones privadas. Es necesario que sean lo más estrictas posibles para llegar al equilibrio de poder ofrecer al consumidor una cosmética lo más natural posible sin pedir a las empresas esfuerzos que hagan inviables sus proyectos.
El reto es dar a conocer estas certificaciones y que el consumidor entienda que es la garantía que necesitan en un mercado donde la información que se da en las etiquetas es poco clara, especialmente en un sector como la cosmética donde se venden muchas ilusiones.

IESB. -Y ya para acabar, a nivel personal, ¿qué la mueve a desempeñar su labor cada mañana? ¿Compensan las satisfacciones a las vicisitudes del día a día?
ME: He estado en muchas luchas y he llegado a la conclusión que lo más fácil es que cada uno aportemos de manera individual nuestro granito de arena. En la situación de crisis ambiental y social en que nos encontramos actualmente es muy difícil abarcarlo todo. Pero tampoco nos podemos quedar quietas. Y por mucho que parezca que nada cambia es muy satisfactorio cuando ves que hay gente a la que estás ayudando y que su cambio en los hábitos de consumo es otro granito de arena más.

domingo, 1 de octubre de 2017

Cómo obtener el calcio que necesitamos sin tomar productos lácteos

El calcio es indispensable a lo largo de toda la vida, pero durante la infancia y adolescencia es particularmente importante pues es cuando los huesos experimentan su mayor tasa de crecimiento y consolidación. Cómo se formen los huesos en este periodo determinará su calidad durante el resto de nuestra vida y nuestro riesgo de sufrir osteoporosis cuando nos hagamos mayores.
Además de modelar los huesos, el calcio está en la sangre y en todas nuestras células, llevando a cabo actividades esenciales para la vida. Es tan importante mantener unos niveles adecuados de calcio en la sangre que si no hay suficiente nuestro organismo tomará de los huesos el que necesite, aun a riesgo de vaciar estos depósitos. Por ello es vital un aporte regular de calcio.
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria establece unas cantidades diarias recomendadas de calcio de 280 mg en bebés de 7-12 meses; 450 mg entre 1-3 años; 800 mg entre 4-10 años y 1150 mg en adolescentes. No es cierto que las personas que no comen carne necesiten menos calcio y las familias vegetarianas y veganas deben asegurarse de que los niños reciben alimentos ricos en calcio a diario.
Los productos lácteos son ricos en calcio y para las personas que deseen tomarlos, 1-2 raciones al día son una buena opción. Más lácteos pueden tener efectos indeseables sin aportar beneficios. Los mejores lácteos son los yogures naturales y los quesos frescos, pero debemos evitar los quesos muy grasos, los helados, los batidos y postres azucarados y la mantequilla.
Las familias vegetarianas y veganas deben asegurarse de que los niños reciben alimentos ricos en calcio a diario
Muchas personas no pueden o no desean tomar lácteos, y es perfectamente posible obtener el calcio que necesitamos sin ellos. Las mejores fuentes son las verduras de la familia de la col (col verde rizada, col china, berzas, grelos) y también el brécol, la rúcula y los berros. Estas verduras tienen mucho calcio y poco oxalato, por lo que su calcio se absorbe particularmente bien, mejor incluso que el de la leche de vaca.
Las bebidas vegetales y los yogures de soja, cuando están enriquecidos con calcio, son particularmente apropiados para los niños mayores de 1 año que todavía comen pocas verduras. El calcio de estas bebidas enriquecidas se absorbe en un porcentaje similar al de la leche de vaca. Los bebés menores de 1 año solo deben tomar leche materna o fórmula adaptada para lactantes.
Otros alimentos ricos en calcio que deben estar presentes en la dieta diaria familiar son el tofu (mejor si está cuajado con calcio), el tempeh, el resto de legumbres, el tahini integral o el gomasio, las almendras, los higos secos y la chía.
Autora: Miriam Martínez Biarge, Médico Pediatra

La ética de la cosmética, también en la certificada. Por Montse Escutia

La cosmética econatural certificada es garantía de la no utilización de los ingredientes de síntesis más controvertidos vetados por los sellos de certificación. Esto es un argumento muy importante para las personas con la piel más sensible y también para todas aquellas donde la protección de la salud es un buen motivo para decidir su compra.
Pero más allá de la salud, cualquier actividad económica tiene su lado más oscuro y debemos ser conscientes para decidir entre las muchas ofertas de cosmética certificada que encontramos en el mercado hoy en día.
Hacer un uso responsable de los cosméticos no debería limitarse a la seguridad para la salud del consumidor. Porque ecológico es un concepto mucho más amplio que remite indefectiblemente al respeto por el medio. Así, convendría tomar conciencia del impacto que la creciente industria de la cosmética econatural tiene sobre el medio. Por ejemplo:
– El crecimiento y la difusión de los ingredientes naturales están provocando la industrialización de la actividad. Esto significa destinar cada vez más tierras al cultivo de determinadas especies con el agravante de que no siempre son autóctonas. Si el productor mira por el rendimiento de la planta es muy posible que elija el cultivo en función precisamente de este rendimiento, más que de la tradición o del respeto por las especies autóctonas.
– El hecho de que un gran número de plantas rentables para la industria cosmética sean autóctonas de países en desarrollo hace que tengamos que ser muy cuidadosos a la hora de calificar de ecológicos sus derivados, sean fitoextractos, aceites esenciales o aceites vegetales. Algunas especies han sido o están en peligro de extinción por maneras de hacer poco ecológicas. – La cosmética econatural también debería mirar la ética, la sostenibilidad, la responsabilidad social y la ecología.
– Por último, no debe olvidarse que bastantes marcas de cosmética econatural pertenecen a grandes empresas de cosmética convencional que han querido aprovechar un nicho de mercado. Sin poner en duda la calidad de sus productos, debemos ser conscientes de que los beneficios de sus ventas van a parar a sus mismas manos.
Por suerte, tenemos empresas, pequeñas y medianas, que son ejemplo de integración de su actividad económica con el máximo respeto por el medio ambiente y las personas. Por ello tienen mucho cuidado de la trazabilidad de todos los ingredientes que incorporan en sus cosméticos ofreciendo un producto de gran calidad ética y ecológica.
Autora: Montse Escutia, Co-fundadora del Proyecto Red Ecoestética Asociación Vida Sana 

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